Cuando todos los ingredientes hayan hervido un minuto, se vierte abundante agua, hasta cubrir tres dedos por encima y se añade un poco más de sal. Se deja cocer suavemente unos 40 minutos, hasta que se vea que la patata está tierna y que por la rotura de algunos pedazos el caldo espesa y queda gordito. En ese momento, se retiran los pimientos choriceros, a los que se les quita la pulpa con la ayuda de una cuchara para incorporarla al guiso, y se tira la piel. Antes de servir, se dan unas vueltas y se rectifica de sal si es necesario. TRUCO A la hora de elaborar esta receta es importante que las patatas cuezan hasta que alguna se rompa y engorde el caldo. Además, en vez de emplear pimientos secos, se puede utilizar pulpa de pimiento choricero, que se vende en conserva en el mercado. Así, se evita tener que retirar luego la pulpa. En su defecto, se puede añadir una pizca de salsa de tomate. |
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