Devorado por su causa
GRIZZLY MAN
Director y narrador: Werner Herzog.
Productor: Erik Nelson.
Fotografía: Peter Zeitlinger.
Montaje: Joe Bini.
Música: Richard Thompson.
Intervienen:Timothy Treadwell, Amie Huguenard, Carol Dexter, Val Dexter, Willy Fulton, Werner Herzog.
La historia de un tipo como Timothy Treadwell estaba destinada a acabar en las manos de Werner Herzog. El director alemán, famoso por trabajos como Aguirre, la cólera de Dios o Fitzcarraldo, siempre se sintió atraído por los personajes empeñados en llevar sus obsesiones hasta el final aunque les costase el rechazo y la incomprensión de los que les rodeaban, y Treadwell era así. En su lucha por proteger a los osos Grizzly perdió, literalmente, la vida: él y su novia murieron por el ataque de esos feroces mamíferos.
Grizzly Man es un documental en el que Herzog se involucró hasta tal punto que decidió ser el narrador. De esta manera introduce al espectador en el estrambótico mundo de Treadwell, un tipo que fundó la organización Grizzly People para la defensa del oso pardo, animal por el que se empezó a interesar tras visitar en 1989 uno de sus santuarios en el McNeil River State, en Alaska. La experiencia fue tan importante que desde 1992 todos los años acudió el Parque y Reserva Nacional de Katmai, en el mismo estado, sacando en un principio fotos y realizando estudios, y a partir de 1999 grabando horas y horas de videos que el cineasta alemán analizó a fondo. De esta manera, encontró momentos realmente impactantes que ponen al desnudo la convulsa personalidad de su protagonista, un hombre con el que la sociedad norteamericana estaba familiarizada gracias a sus apariciones en televisión en programas como el show de David Letterman y a sus campañas escolares de difusión de la importancia de proteger a animales como los Grizzlies.
Su pasión por los osos Grizzly se convirtió en una especie de religión que le salvó de una juventud llena de altibajos, bañada en alcohol y drogas, en la que destaca su intención de ser actor, que le llevó a estar a punto de conseguir el papel de camarero en la famosísima serie Cheers que finalmente dieron a Woody Harrelson.
Herzog se mete de lleno en la polémica que desde el principio levantó la actitud de Treadwell. Para los indígenas de la zona rompió el orden natural al saltarse la frontera entre osos y humanos, que ellos siempre respetaron, y otros, como el propio Herzog, piensan que su lucha era un contrasentido porque mostraba a estos feroces carnívoros como seres cercanos, e intentaba que se acostumbrasen a la presencia humana, lo que les podía hacer más vulnerables a los cazadores. Además hace patente que frente a la su visión de la vida en armonía, el cineasta alemán ve una un mundo lleno de muerte y caos.
La película está narrada fantásticamente, llevando al espectador de lo absurdo a lo trágico, de lo patético a lo tierno. En determinados momentos es realmente abrumadora, sobre todo al acercar todos los detalles de su muerte, un suceso que entraba dentro de los cálculos de Treadwell. Y es que aquellos que han encontrado el sentido de su vida en una peligrosa dedicación tienen la secreta percepción de que morirán jóvenes.
Hay momentos en los que implora a los dioses de todas las religiones que llueva, en que se comporta con coquetería delante de la cámara, habla de su relación con las mujeres o hace demostraciones continuas de su amor hacia los animales, llorando cuando observa a unos cazadores tirar piedras a los osos. Treadwell provoca la risa y la emoción a partes iguales.
Todos tienen voz, los ecologistas, los cazadores, los inuits, los familiares, los amigos, y a todos se respeta por igual. Los cambios de humor, la personalidad del protagonista recuerdan al actor fetiche de Herzog al que hace referencia sin mencionarlo en un momento de la narración cuando dice algo así como que “no era la primera vez que había visto estos arranques de furia en cine”. Se refiere, por supuesto, a Klaus Kinski, al que le dedicó un fantástico documental titulado Mi enemigo íntimo.
Grizzly Man es una historia impactante, desasosegante, que no deja a nadie indiferente. Es un documento que muestra lo salvaje de la naturaleza animal, pero, sobre todo, las oscuridades del ser humano, capaz de llegar a extremos realmente sorprendentes. No se la pierdan.
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