Precursor de la nueva Rioja
Barón de Chirel Tinto Reserva 2001
Bodegas: Marqués de Riscal
D.O.: Rioja
Tipo: Tinto reserva
Fue allá por 1986 cuando, a raíz de una elaboración experimental realizada con una selección de uvas de viñas muy viejas (de más de tres décadas), surgió el Barón de Chirel, considerado por muchos el precursor la nueva era en los caldos de Rioja. El nacimiento de este tinto, proveniente de una casa –Marqués de Riscal– cuya bodega siempre ha sido bastante corta, supuso una revolución en el panorama de los riojas de los años 80, y veinte años después sigue siendo uno de los mayores éxitos de los descendientes de don Camilo Hurtado de Amézaga.
En pleno siglo XXI, los Herederos del Marqués de Riscal han puesto al día su bodega construyendo un nuevo edificio diseñado por el arquitecto canadiense Frank Gehry, autor del museo Guggenheim de Bilbao. El nuevo centro, inaugurado por los Reyes de España, cuenta con hotel, restaurante y hasta spa de vinoterapia. Esta aportación arquitectónica ha puesto a la empresa en cabeza del nuevo negocio del turismo enológico, pero la apuesta hostelera no ha hecho que la bodega descuide su labor principal, esto es, la elaboración de ‘supervinos’ de tan elevada calidad como el Barón de Chirel.
La reserva 2001 de este caldo está elaborada por un 85% de tempranillo y un 15% de otros tipos de uva. Durante el invierno en el que los frutos estuvieron en la vid hubo lluvias abundantes, y la primavera regaló a las plantas noches sin heladas. El 11 de octubre, las ligeras lluvias y el viento de noreste que habían dominado la climatología durante los últimos días dieron paso a vientos muy cálidos de procedencia suroeste. Este brusco cambio en el tiempo fue sin embargo positivo, ya que tuvo como fruto una rápida e intensa concentración de azúcares.
A la vista, el vino presenta un intenso color intenso y de buena presencia; granate con borde cereza que, según reflejos, simula un anillo rubí. El Barón de Chirel tiene un magnífico buqué de crianza, con tonos balsámicos, tostados, caramelo y vainilla. Tiene un aroma denso, que se abre lentamente, mostrando fragancias de especias y un tenue recuerdo de roble, siempre con los caracteres de un moderado tostado. Los aromas se abren lentamente; lo que los hace más persistentes al olfato.
En boca deja una sensación global de suavidad que como reducto deja una impresión muy leve en el paladar de los taninos del caldo. Esta sensación tánica deja paso muy pronto a unas agradables sensaciones tostadas en el borde de la lengua, donde se fija hasta que desciende lentamente hacia la zona sublingual.
Este caldo, criado en barrica durante 21 meses, tiene todavía un largo plazo de consumo, y se recomienda servirlo a una temperatura comprendida entre los 17 y los 19ºC para disfrutar con plenitud de sus características. Como maridaje resultan especialmente recomendables las carnes rojas y blancas, los asados, las setas, los arroces y los quesos azules.
Precio aproximado: 55 euros.
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