Xfera deja de existir
No habrá cuarto operador de telefonía móvil. Al menos, bajo la marca de Xfera. La teleco de tercera generación (UMTS) propiedad de ACS, Sonera, March, Abertis, FCC, Abengoa y Mercapital no llegará a salir al mercado. Este mismo viernes, según distintas fuentes gubernamentales, el Consejo de Ministros aprobará la revocación de la licencia concedida a la compañía en 2000. Seis años después, se cierra oficialmente un negocio que nunca llegó a funcionar.
El informe elaborado por el equipo jurídico del Ministerio de Industria para resolver el conflicto está listo. Tras los continuados retrasos e incumplimientos efectuados por Xfera en sus compromisos de salida al mercado, este departamento ha decidido cumplir sus advertencias. A las puertas del verano, la operadora no ha presentado un plan de explotación concreto, de modo que la licencia será revocada.
Durante las últimas semanas, el Ministerio de Industria ha estado madurando la manera de consumar la recuperación de la licencia. De acuerdo con la legislación actual, existen hasta tres distintas posibilidades para ejecutar la rescisión de licencia. Como ocurrió en el último caso equivalente, con la plataforma de televisión Quiero TV, la Administración optará por la ejecución de los avales suscritos por los accionistas de Xfera.
Desde hace tiempo, los distintos inversores que conforman el capital social de la operadora provisionaron las inversiones realizadas en su tormentosa aventura por el mundo de las telecomunicaciones. Por este motivo, según las fuentes consultadas, Industria ha decidido tirar por la opción menos controvertida, renunciando a rescindir el contrato existente con alternativas que puedan dar lugar a posibles recursos y a una dilatación del proceso.
Sin vuelta atrás
No hay aparente vuelta atrás. Con esta decisión, el Ministerio aborta además cualquier posible tentativa de los accionistas de Xfera de intentar vender la licencia. La última oportunidad de la operadora para salir adelante se frustró a finales del año pasado. Las negociaciones con el operador asiático Hutchinson estuvieron abiertas durante meses, pero no llegó a concretarse su desembarco como nuevo aliado estratégico. Era el último cartucho.
Ahora, una vez que la revocación de la licencia tome carta de naturaleza, los accionistas de Xfera tendrán que hacer frente al aval de 460 millones de euros que tiene comprometido. Un importe menor en comparación con el inicial, de casi 3.500 millones, gracias a la reducción posterior efectuada como consecuencia de aprobación de un paquete de medidas destinado a aliviar las cargas financieras de los operadores de UMTS.
La última señal de alarma se concretó el pasado mes de marzo. En esas fechas, la compañía notificó los primeros despidos de la incipiente nueva plantilla contratada para la puesta en marcha de la compañía. “Todo el aparente despliegue efectuado desde el verano obedecía a un compromiso, ante la necesidad de visualizar que había una compañía”, explicaban entonces desde dentro de la operadora. Sin embargo, todo el mundo era consciente de que se pretendía realizar un imposible.
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