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EL BLOG DE PEDRO

E.ON se planteó adquirir parte de Endesa antes de decidir lanzar una OPA por el 100%

"Era tan confidencial que ni siquiera lo tengo anotado en la agenda". Rafael Miranda, consejero delegado de Endesa, ha reconocido que mantuvo varios encuentros, considerados secretos, con Wulf Bernotat, consejero delegado y presidente de E.ON, antes de que esta empresa lanzara la oferta pública de adquisición (OPA) que desde el pasado martes ha revolucionado el mundo político y económico, abriendo incluso un boquete de consecuencias imprevisibles en las relaciones entre España y Alemania. La trascendencia de la operación es de tal magnitud que la canciller alemana, Angela Merkel, llamó al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, la noche anterior para informarle de las intenciones de E.ON. Fue, más que una noticia, un mazazo. Zapatero, que pretende constituir entre Gas Natural y Endesa un "gran campeón nacional" en el sector energético, no disimuló su enfado ante su colega al comprobar que la llamada se hacía a hechos consumados. En esos momentos, los máximos responsables de la eléctrica alemana cenaban en Madrid ultimando los detalles de la OPA que iban a presentar a la mañana siguiente.

Ese mismo lunes, Miranda, un veterano de Endesa que ha sido segundo de tres presidentes, volvió a hablar con Bernotat desde Londres. El rol que ha jugado Miranda en todo este proceso ha sido fundamental. Después de que el 5 de septiembre Gas Natural lanzara la OPA hostil sobre la eléctrica, Miranda, al frente de una reducida guardia pretoriana, dio media vuelta a Europa y llamó a varias puertas en busca de caballeros blancos. Mientras las dos empresas se batían en armas en los terrenos jurídicos, políticos y administrativos con demandas de todo tipo, abrió conversaciones sin dificultad con sus viejos conocidos del sector aprovechando las buenas relaciones que tiene como presidente de Eurolectric (la patronal eléctrica europea). "Tres o cuatro" grupos llegaron a interesarse por Endesa, según han reconocido fuentes de la eléctrica española. Pero fue el gigante alemán E.ON, una empresa creada en 2000 mediante fusiones y engordada con compras (como la de Ruhrgas en 2002) bajo el auspicio del Gobierno de Berlín, el que acabó encerrado con Endesa estudiando papeles y analizando la posibilidad de la OPA.

La primera reunión se produjo el 1 de diciembre en Essen (Alemania) y, posteriormente, celebraron dos más (el 5 de enero en Madrid y el 9 de febrero en París), amén de los contactos que otros ejecutivos de las dos empresas tuvieron entremedias. "En las conversaciones nos intercambiamos información pública de la empresa y sobre la ley de OPA española", sostienen en Endesa. "Nunca se habló del precio de la OPA ni de ningún compromiso futuro entre los actuales gestores de Endesa y E.ON", apunta Miranda. "Las dos empresas estudiaron la posibilidad de una colaboración y sondearon hasta dónde hacían una buena pareja desde el punto de vista estratégico y de gestión", ha desvelado Bernotat al semanario alemán Der Spiegel.

Y es que la intención inicial de Endesa era que el caballero blanco alemán se hiciera fuerte en la empresa con una participación importante, pero sin superar el 25%, límite a partir del cual la ley española obliga a presentar una OPA y que E.ON podría comprar perfectamente en el mercado. Con ese porcentaje, más el 9% que controla Caja Madrid, el consejo de la eléctrica tendría una minoría de bloqueo suficiente para impedir, en la práctica, que la OPA de Gas Natural tuviera éxito, teniendo en cuenta que casi la mitad del capital de la eléctrica está en manos de fondos internacionales. Ayer mismo, Miranda reconoció ante los accionistas que E.ON se planteó la adquisición parcial o total. Otra posibilidad fue la compra de activos, lo que habría sido contradictorio con el discurso defendido en Endesa a raíz de la posible venta de centrales a Iberdrola por parte de Gas Natural si triunfa su OPA. Miranda también ha reconocido contactos con otras eléctricas, de las que ha evitado desvelar sus nombres. Entre ellas, en un sondeo que no pasó de muy preliminar, según han confirmado fuentes conocedoras, figuró la española Unión Fenosa, la tercera eléctrica del país.

Según fuentes cercanas a las negociaciones, el planteamiento inicial no disgustó al grupo alemán. Sin embargo, tras deliberar en su cuartel general de Düsseldorf, Bernotat y los suyos consideraron que "era mejor ir a por todas". Total, ¿qué puede significar para una empresa que dispone "de suficiente capital y al mismo tiempo aporta las condiciones bursátiles necesarias", según la expresión del propio Bernotat al semanario alemán.

Es esa circunstancia, quizá, la que explica que, en la reunión extraordinaria del Consejo de Administración que tuvo la eléctrica el pasado martes, su presidente, Manuel Pizarro, hablara de "cierto sabor agridulce" al valorar la operación. Es decir, por un lado, se frenaba la OPA de Gas Natural; pero, por otro, tenían que ceder el 100% al gigante alemán y, seguramente, abandonar la gestión. Un punto de vista que, según fuentes consultadas, no compartió Rafael Miranda, plenamente satisfecho con el acuerdo con E.ON. La entidad alemana quiere convertir Endesa en una división, con responsabilidad en la península Ibérica, Italia y Latinoamérica, pero no ha dicho a quién pondría a su frente.

Hay quien mostró, en el citado consejo, un indisimulado entusiasmo por el hecho de que fuese "un grupo alemán y no uno catalán" el que entrase en Endesa, algo que fue reprochado por el propio Pizarro y alguno de los consejeros, donde no se ha podido evitar que se instalase la contaminación política que ha propulsado el PP al ligar la OPA de Gas Natural -empresa domiciliada en Barcelona- con la negociación del Estatuto catalán.

Pizarro, al que se atribuye una fuerte ascendencia en el partido conservador, se ha querido distanciar claramente de esas controversias sobre el domicilio de las empresas. Sobre la OPA competidora de E.ON, se ha cansado de asegurar, y ayer lo hizo en la junta, que no ha sido pactada. Y, tras subrayar que el consejo no apoya ninguna de las dos ofertas, incide en que mientras una es hostil, la de E.ON es competidora. Pizarro llegó a esgrimir la Constitución para defenderse de Gas Natural y a descalificar en todos los sentidos la oferta de la gasista y la actitud del Gobierno de Zapatero, pero dejó que las negociaciones (o "conversaciones", como se empeñan en decir en Endesa) las llevaran a cabo Miranda y su equipo, manteniéndose al margen. Ayer, el portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, recalcó precisamente el cambio de discurso que se había producido y subrayó que "el amigo que el PP [Pizarro] puso al frente de Endesa no se quiere ir". El diputado socialista también recordó que el PP mostró claras preferencias a que hubiera una oferta extranjera antes que una catalana.

A la cercanía entre la gente de Miranda al PP se imputa la filtración que se produjo días antes de que saltase la OPA de E.ON en los pasillos de la Asamblea de Madrid, cuyo Gobierno se mostró intensamente beligerante contra la oferta de Gas Natural (su presidenta, Esperanza Aguirre, llegó a situar Cataluña, en un lapsus por el que luego pidió disculpas, fuera del territorio nacional). Fuentes de la oposición madrileña aseguran que más de un diputado del PP se jactó de anunciar que iba a "producirse una sorpresa gorda desde Alemania en relación con la OPA de Endesa". Se produjo.

Otras fuentes se preguntan sobre la información que los responsables de Endesa traspasaron a los de E.ON. El trasvase de información confidencial puede llegar a estar penado, ya que podría estar vulnerando la normativa sobre OPA que impide que se produzcan cambios que "perturben el desarrollo de una oferta" cuando se ha lanzado una OPA. En Endesa aseguran que "solamente se dejó ver información pública", lo que según la ley es legal, ya que "se intentó que hubiera ofertas competidoras en beneficio de los intereses de los accionistas de Endesa", aseguran, haciendo suyas las palabras que el presidente de la Comisión de Valores, Manuel Conthe, escribió a Pizarro recordándole sus deberes poco después de la OPA de Gas Natural.

Sin embargo, para aquéllos queda la incógnita de si esa información sirvió para que los alemanes consolidasen una oferta mucho más ambiciosa de lo que se había planteado en un principio. Esas fuentes comentan que la conexión española al gasoducto magrebí -para los intereses de E.ON tiene una importancia extrema, ya que a su vez tiene previsto conectar con el Gasoducto Noreuropeo, donde el ex canciller Schröder ha sido nombrado presidente del consejo-, los altos precios de la energía en España y los derechos de emisión de CO2, de los que E.ON tiene déficit, que puede adquirir de Endesa, le han resultado muy atractivos. Además, para E.ON, la entrada en Endesa supondría un avance muy considerable en su expansión internacional, sobre todo por la entrada en Latinoamérica, donde Endesa cuenta con fuerte presencia, especialmente en Chile, y en Italia.

Precisamente, la mayor parte de las medidas aprobadas el viernes por el Consejo de Ministros español quieren atajar defectos del sistema. Le han dado más competencias a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para que pueda examinar y, en su caso, rechazar la OPA; quiere evitar "manipulaciones continuadas" (Montilla dixit) en el mercado mayorista entre empresas del mismo grupo; exigirá que contabilicen como coste los derechos de emisión de CO2; reducirá el déficit tarifario, lo que supone un drástico recorte de ingresos, lo que ha caído como un jarro de agua fría tanto en Endesa como en el resto de las eléctricas, que ven perder valor, y desaparecerán las tarifas reguladas.

Las fuentes del sector consultadas se muestran extrañadas de la actitud de E.ON. "O estaban mal informadas y creían que esto era una especie de Alicia en el país de las maravillas, o despreciaron olímpicamente al Gobierno español, que nunca ocultó su respaldo a la integración entre Gas Natural y Endesa". "Tal vez no se imaginaban", añaden, "que el Gobierno de Zapatero iba a oponer tanta resistencia a que tomen el control de la principal empresa de un sector que para España se considera estratégico, como se considera en Alemania". El propio Zapatero fue el que convocó a los responsables de E.ON a La Moncloa para mostrarles su oposición al proyecto. Previamente se habían entrevistado con el ministro de Industria, José Montilla, y el asesor económico de La Moncloa, Miguel Sebastián, quienes anunciaron que el Ejecutivo español tomaría medidas para defender la opción española.

La reprimenda de Zapatero y la repercusión de su oferta no constituían ninguna sorpresa en E.ON a juzgar por las propias declaraciones de Bernotat, quien había informado a su consejo de vigilancia que la adquisición de Endesa "podría encontrar dificultades políticas, pero que podría lograrse". Lo que, posiblemente, no esperaran es que la beligerancia fuera tanta. Wulf Bernotat y el director financiero de E.ON, Erhard Schipporeit, salieron del palacio de la Moncloa rumiando el encuentro camino del estadio Santiago Bernabéu, donde presenciaron el partido entre el Real Madrid y el Arsenal desde el palco privado de Endesa. A la mañana siguiente decidieron suspender las entrevistas que habían comprometido con dos medios de comunicación españoles. Después, contrastado el apoyo del Gobierno de Merkel, decidieron seguir adelante con armas y bagajes.

Y en ésas están. E.ON duplica en dimensión y en capitalización a Endesa y cuadruplica a Gas Natural. Se siente superior. Lo que posiblemente no ha medido bien es que Madrid ha recibido su oferta como una afrenta: primero, porque no lo comunicaron -ni ellos ni el Ejecutivo de Berlín- hasta el último momento, y segundo, porque entra en un sector regulado en el que el Gobierno tiene mucho que decir.

Pero el Gobierno no se ha librado de algunas críticas. Un político que prefiere mantenerse en el anonimato lo hace con una imagen ilustrativa: "Es como si tuvieras una charca llena de cocodrilos; de repente, uno pequeño se quiere comer a otro que lo supera en tamaño agitando las aguas sin que nadie las calmara y llamando la atención del resto del grupo. El más grande de todos reacciona y quiere zamparse el cocodrilo que pretendía el pequeño, al que le deja escasas reacciones". Según este veterano político, el Gobierno no midió bien y permitió que el sector energético del país quedara a la intemperie. A su juicio, "tendría que haber exigido que Gas Natural y sus accionistas (La Caixa y Repsol) fueran más contundentes en la OPA para no dejar posibilidad a ningún grupo europeo de tener tajada. Eso es lo que ha ocurrido". Y no que, ahora, vayan contracorriente y tengan que superar la OPA de E.ON.

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